El Sistema de Gestión de la Salud y la
Seguridad en el Trabajo (SGSST), en comparación con el cuerpo humano, es
la columna vertebral del bienestar de los empleados. Aunque lograr la
implementación y convertir la salud
ocupacional en una política preventiva para la empresa pueda parecer
arduo, costoso e innecesario, ( pues tiende a atribuírsele mucho a la
actividad económica desempeñada por la compañía); a continuación, se
describirá este procedimiento, globalizando y a su
vez, sintetizando los aspectos a tener presentes para efectuarlo.
La gestión eficaz, aquella que trascienda más allá
del papel, deberá tener unas bases sólidas; éstas dependen en primera
medida, de una política preventiva, que incluya a todos los empleados de la
empresa, sin exceptuar el departamento que conformen. Y la meta será
concienciarlos sobre sobre la importancia de conservar la salud en
las funciones laborales: Es apostarle a la calidad de la vida.
Con este paso, se procederá a la organización
preventiva, definiendo el papel que desempeña cada integrante de la compañía,
en cuestión de cargos, responsabilidades y atribuciones delegadas.
Así, será más sencilla y directa la relación de acudir a quien corresponde,
en caso de detectar, por ejemplo, la falla de un procedimiento o la
falta de los recursos para realizar las tareas en la forma más adecuada y
pertinente, teniendo presente que la prevención es mejor, cuando puede evitarse
que ocurra un accidente laboral o incluso, que la imagen de la empresa se ponga
en entredicho al no contarse con las condiciones adecuadas para estar en el
mercado.
Después de tener una política y una organización
con enfoque preventivo, se establecerá qué se hará y cómo se ejecutarán
procedimientos para garantizar la optimización de la seguridad industrial. Las
medidas para el control y la evaluación de los riesgos, serán una herramienta
clave para determinar las técnicas, métodos y procedimientos que contribuyan a
cumplir con el objetivo que se anhela: Aminorar o extinguir los
riesgos que puedan presentarse. Los factores existentes en ellos, deben estudiarse
plenamente, ya que determinan su procedencia, causa y efecto. Con un estudio de
los procesos productivos, revisión de datos de accidentalidad y normatividad
correspondiente a la actividad en enfoque, se obtendrá una información esencial
para continuar con la misión en marcha.
Al conocer los resultados obtenidos, una vez se
efectuaron los cambios pertinentes, se determinarán las oportunidades de
mejora, la identificación plena de la causa y la falla de la labor. Así se obtiene, de manera argumentativa
y práctica, lineamientos para realizar los cambios que tengan lugar, al
considerarse necesarios para lograr la gestión preventiva. Si se
desea una visión completamente objetiva, por temor a que no se estén cumpliendo
con los planes de acción, ocultando procedimientos indebidos o por
omisión de los integrantes comprometidos con la labor, se podrá acudir a una
Auditoría Externa, que evaluará imparcialmente y con la normatividad legal
vigente, si el sistema es el conveniente.
Se requiere hacer hincapié en que los empleados son
el mayor y el más importante de los
activos de la empresa. Por ello, es fundamental que cada uno sea tomado en
cuenta dentro de esta gestión, porque todos laboran para una misma entidad y
hacen parte de ella. Esto es lograr la identidad institucional; si llega a
alcanzarse, la empresa tendrá los mejores clientes aliados: Aquellos que tienen como objetivo dar lo mejor porque reciben lo mejor. En muchas entidades, se culpa a sus funcionarios
cuando ocurren simples incidentes, por
considerarlos descuidados. Finalmente,
cuando un accidente sucede y se evidencia la existencia de un riesgo, se
comprende que es una variable, pues éste
es la combinación de la probabilidad más la consecuencia de que
ocurriera ese evento.
Internamente,
para continuar con la implementación de seguridad industrial, se procede
a elaborar un sistema de control y
revisión de riesgos, para determinar
la etapa en que se encuentra el plan, los resultados que se han obtenido en función al objetivo
principal y la información clasificada, de acuerdo a quien le proceda conocer
lo alcanzado. También, debe tenerse en cuenta a las empresas con quienes
exista una relación en ejercicio de las labores, para concretar en conjunto la
forma pertinente de laborar, con base en el bienestar. Es necesario tener en cuenta la legislación
vigente, para que exista un compromiso
real y obligatorio, que a su vez promueva la práctica segura del trabajo y
cuente con un fundamento de peso para ejecutarlo. También es la forma de dar a
conocer el por qué se ejecuta y la importancia en cuestión: preservar la vida.
Todo este proceso deberá convertirse en un hábito empresarial, pues al formarlo parte de la cultura
organizacional de la empresa, se estará creando la conciencia que se busca
formar en sus integrantes. Los cambios, para algunos, pueden parecer drásticos
o de difícil adaptación. Pero, si se
remonta la mente de nuevo al objetivo inicial, se concluirá que se está
aportando con darle el sentido que debe tener el trabajo en la sociedad
actual: mejorar la calidad de vida del
trabajador. Dejar de verlo como el estigma y el modus vivendi. Es la
oportunidad de demostrar que a través de la prevención, el trabajo puede
ser uno de los procesos de dignificar al
hombre en la búsqueda de conservar su especie.



